Gestión Internacional de Crisis
Enrique Vega, 2006
Introducción
La respuesta a la devastación producida por un tsunami, la prevención ante una pandemia provocada por infecciones virales, la preparación de una operación pacificadora en una guerra civil, la vigilancia de indicadores selectivos que anuncian la inminencia de desestabilizadores conflictos sociales, grandes alteraciones económicas o incontrolados movimientos de masas; tan solo son una reducida muestra del amplio catálogo de situaciones a las que solemos denominar crisis, que representan un alto riesgo para el desarrollo e incluso pervivencia de extensas poblaciones. En una sociedad internacional globalizada y con un creciente grado de integración a todos los niveles, ninguna situación de grave riesgo o catástrofe pública resulta ajena al conjunto de la humanidad. Gobiernos e instituciones internacionales tienen la responsabilidad de prever la aparición de estas crisis, limitar sus efectos más negativos y encontrar rápidas respuestas de pacificación, reconstrucción o auxilio. Para alcanzar una respuesta satisfactoria a todas estas exigencias resulta necesario disponer de un sistema sólido, experimentado y dinámico de gestión de crisis.
Crisis y gestión de crisis son conceptos polisémicos, cuyos significados varías sustancialmente dependiendo del ámbito donde son empleados. No representan lo mismo para un equipo de protección civil, un consejo de administración empresarial, la dirección del sistema sanitario nacional o un gabinete gubernamental. Todos ellos se encontrarán ante una situación excepcional y de emergencia, que supone un grave riesgo y exige la movilización de los recursos humanos y materiales a su disposición hasta límites no utilizados habitualmente.